Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, esta infografía te interesa. Te damos algunas pautas para aprender a gestionar mejor la información online y seguir una dieta informativa saludable.
Cada día generamos tantos
datos como los generados
por toda la humanidad
hasta el año 2003.
Cada hora se publican más
de 26 millones
de tuits.
Cada minuto se suben a
YouTube más de
100 horas
de vídeo.
Cada segundo se envían más
de 2,5 millones
de correos electrónicos,
y más de la mitad son spam.
No es necesario consumir todos los contenidos que se publican en la Red, pero sería
genial que no te pierdas nada de lo que te interesa. Ante el exceso de información actual,
te proponemos 4 recetas para seguir una dieta informativa online saludable.
Tienes muchas opciones para informarte: medios de comunicación, buscadores, blogs, redes sociales, mensajería instantánea… Selecciona las que consideres más creíbles y más útiles en función de tus intereses.
Si tuvieras que elegir 10, ¿cuáles serían?
Existen multitud de herramientas que te ayudarán a recibir y ordenar la información que te interesa fácilmente. Elige la que mejor se adapte a ti, en función de las fuentes de información que hayas seleccionado, e incorpóralas en tu rutina diaria. La mayoría están disponibles tanto para el ordenador como para dispositivos móviles.
Fuentes de información | Herramientas | ||||||
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Si te informas visitando las páginas web de medios de comunicación online y leyendo blogs |
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Si te suscribes a boletines online |
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Si utilizas buscadores y/o prefieres navegar por Internet en busca de la información |
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Consultar constantemente el móvil para asegurarte de que no te pierdes nada afectará tu capacidad de concentración y puede llegar a generarte ansiedad. Para evitar distracciones y focalizar tu atención, establece unos horarios para informarte. Todos los dispositivos móviles (smartphones y tabletas) ofrecen la opción de silenciar las notificaciones y algunos incluso permiten establecer horarios en los que se recibe información.
Combinando algunas de las herramientas citadas en el punto 2, que permiten filtrar y organizar la información de Internet, puedes crearte un entorno personal de aprendizaje (en inglés, Personal Learning Environment, PLE).
Por ejemplo, si te interesa mejorar tu marca personal